Una vez certificada la permanencia por parte de nuestro club es el momento de hacer balance de la situación actual. Como venimos señalando en anteriores ocasiones, consideramos que el Real Oviedo tiene que reflexionar, que el grupo Carso tiene que reflexionar sobre qué modelo de club queremos ser y cómo queremos afrontar los próximos años de gestión.
El Real Oviedo necesita cambios, creemos que esto es una realidad que no escapa a casi nadie. El club necesita un nuevo impulso que nos haga competir a mayores niveles y alejar fantasmas del pasado.
La deriva en el aspecto social del club, con unas políticas de precio continuistas, sin implicación en la ciudad y región, y, de espaldas a los accionistas internacionales y al socio tradicional, unida a dos temporadas donde los resultados no han acompañado, han hecho que el nivel de implicación decrezca y la desafección de los aficionados sea cada vez mayor.
La entidad debe reforzar sus estructuras internas para ponernos al nivel de otros clubes de la categoría. Necesitamos recuperar peso en las instituciones deportivas y sociales.
Necesitamos mayor liderazgo, implicación y transparencia. El consejo de administración nos resulta reducido en número para toda la labor que deberían desarrollar y en este aspecto nos gustaría romper una lanza a su favor, ya que por parte de los tres miembros del consejo actual siempre hemos encontrado predisposición, dialogo y ganas de llevar a cabo iniciativas, no sabemos si coartadas en algunos casos por falta de autonomía. La realidad es que el consejo debe dar un paso al frente y asumir su rol como representacion del club, así como asumir sus limitaciones y poner los medios necesarios para cubrirlas.
Necesitamos la existencia de un proyecto que, si lo hay, no es entendido como tal por el aficionado. Necesitamos un proyecto que entendemos tiene que ir ligado al grupo Carso, auditado, participado e influido por el Grupo Carso, pero con la suficiente AUTONOMIA para su consejo y hombres de confianza de modo que las decisiones, sobre todo del día a día, no tengan que demorarse a la espera de respuestas. Un proyecto que pueda aunar todas las sensibilidades del entorno del club y que pueda ser integrador, no un mero plan de empresa alejado de la realidad del fútbol.
Sería de necios negar que se han tenido aciertos. La creación de la Fundación Real Oviedo, que puede ser uno de los grandes activos del club, o la nueva residencia de jugadores de la cantera, son dos de los grandes avances realizados durante este periodo, así como el fundamental asentamiento económico realizado eliminando la importante deuda que nuestro club arrastraba.
Reconocemos al Grupo Carso el compromiso con el club y más viniendo de dónde venimos. Siempre hemos dicho que tener un máximo accionista que se comprometa a cubrir las pérdidas de su gestión es lo ideal para cualquier club de futbol, pero este agradecimiento por nuestra parte y alabanza hacia el máximo accionista no puede impedir que entendamos que una mejor gestión local, más efectiva y eficiente, puede evitar la necesidad de este constante aporte de capital y llegar al objetivo que creemos debe tener nuestro club: la autosuficiencia.
Por todo esto expuesto entendemos que el Real Oviedo debe reflexionar sobre la gestión que se ha realizado en el club y a raíz de esta reflexión, mejorar los puntos donde la entidad no ha podido dar la talla para seguir creciendo, para potenciar un proyecto que los oviedistas podamos hacer nuestro y desde esta perspectiva generar nuevamente un ILUSION en el aficionado, volver a enganchar a la ciudad, a la región y a los oviedistas entorno al club y recuperar la fuerza de estar todos unidos
En Oviedo, a 21 de mayo de 2021
Grupo SYMMACHIARII